Los Masones querían unir Haití y República Dominicana. El mensaje era claro: “Formemos todos un solo pueblo, un pueblo de verdaderos masones”. Este fue el inicio de un sueño compartido por prohombres y guerreros de República Dominicana, Cuba, Puerto Rico y Haití, un sueño de resistencia contra el imperialismo y la visión de un Caribe libre y unido bajo los ideales masónicos.
La Efervescencia en el Caribe y las Ideologías
En la década de 1860, el Caribe experimentaba una efervescencia política y social, influenciado por dos ideologías contrapuestas sobre la esclavitud. Haití y República Dominicana, al haber erradicado tempranamente la esclavitud, inspiraban a otras naciones caribeñas a buscar su independencia. Mientras la joven República Dominicana enfrentaba tensiones internas, Haití, la primera nación en abolir la esclavitud, también lidiaba con conflictos internos.
La Amenaza de Estados Unidos y la Doctrina Monroe
En este contexto, la amenaza de Estados Unidos se volvía real. La Doctrina Monroe, proclamada en 1823, sostenía la idea de “América para los americanos”. A medida que Estados Unidos consolidaba su poder, los pensadores antillanos veían la posibilidad de una dominación que perpetuaría la esclavitud y la pobreza en la región.
La Visión de una Confederación Antillana
Ante este panorama, surgieron pensadores como Gregorio Luperón, líder dominicano, quien abogó por una confederación dominico-haitiana. Esta visión no implicaba una fusión de territorios, sino una colaboración para proteger la independencia y soberanía de ambas naciones en la isla.
Los Masones y la Hermandad Antillana
La idea de una confederación antillana no fue solo fruto de la afiliación masónica de figuras como Luperón y Ramón Emeterio Betances. Sin embargo, la masonería, con sus ideales de fraternidad, igualdad y libertad, proporcionó un marco ético que resonó con aquellos que buscaban justicia y colaboración regional. Los masones, a través de sus logias, crearon redes de comunicación y apoyo mutuo que trascendieron fronteras nacionales.
Desafíos y Obstáculos
Aunque la confederación antillana enfrentó obstáculos como la falta de consenso entre las naciones y la desconfianza histórica, el golpe final llegó con la Guerra Hispanoamericana. Estados Unidos buscaba expandir su influencia en la región, y la formación de una entidad unificada caribeña no encajaba en sus planes.
El Resurgimiento de la Idea
Aunque la confederación antillana no se materializó, la idea ha resurgido en diversas formas a lo largo de la historia. Desde la Federación de las Indias Occidentales hasta la creación de la CARICOM y la OEA, pensadores modernos debaten sobre los beneficios que una confederación antillana podría haber traído al Caribe.
Reflexiones Finales
La confederación antillana, concebida como una unión de naciones soberanas, fue un sueño compartido por muchos. A pesar de los desafíos y la falta de consenso en el pasado, la idea sigue siendo relevante hoy en día. ¿Hubiera sido una buena idea? La pregunta persiste, y la reflexión sobre una confederación antillana, considerando todos los países involucrados, sigue siendo un tema de debate. ¿Qué piensas tú?